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WHOA es el remedio para la empresa con problemas*.

Desde 2021, está en vigor la Ley de Acuerdos Privados de Homologación, que llega justo a tiempo para las empresas que son fundamentalmente sólidas pero necesitan tomar un obstáculo temporal de liquidez

Autor: Frank Steenhuisen
Frank Steenhuisen explica cómo WHOA es un salvavidas para las empresas con problemas

La WHOA es una herramienta excelente para mejorar las perspectivas de una empresa con problemas con relativa rapidez.

Desde 2021 está en vigor la Ley de Acuerdos Privados de Homologación, que llega justo a tiempo para las empresas que son fundamentalmente sólidas pero necesitan dar un golpe de liquidez temporal. Muchas empresas se habrán visto directa o indirectamente afectadas por (las medidas en torno a) COVID-19. Pueden haber recurrido al aplazamiento de impuestos, al aplazamiento de los pagos de intereses y principal o a otros acreedores. Obviamente, estas obligaciones tienen que cumplirse en algún momento, pero ¿lo conseguirán?

JBR Corporate Finance ha participado recientemente en procedimientos WHOA como asesor de una gran empresa afectada por las medidas COVID-19, incluido el cierre obligatorio durante los periodos de cierre patronal, por lo que ha adquirido una amplia experiencia en los procedimientos.

El WHOA permite a las empresas ofrecer a sus acreedores y posiblemente a sus accionistas un acuerdo privado que reduzca estructuralmente sus deudas, aplace el pasivo o modifique determinados derechos.

Para someterse a este procedimiento, la empresa debe presentar una declaración ante el tribunal indicando que está preparando un acuerdo. Se puede optar por un procedimiento abierto o cerrado, y en la mayoría de los casos la primera opción será la mejor para mantener la calma interna y externa. Se requiere el apoyo de un abogado, así como el nombramiento de un experto en reestructuración.

Sin entrar en todos los aspectos jurídicos y procesales, trataremos algunos elementos más importantes.

  • Durante el periodo de reflexión de dos meses (posible prórroga de dos meses) a partir de la presentación de la declaración, los acreedores no pueden cobrar de la empresa si se les ha notificado el procedimiento.
  • Durante estos dos meses hay que elaborar un plan de reestructuración que abarque diversos aspectos. Una parte importante es una valoración de la empresa basada tanto en el valor de reorganización como en el valor de liquidación. Esto se debe a que los acreedores no deben salir peor parados que en caso de quiebra.
  • Además, los acreedores y los accionistas deben dividirse en clases. Por ejemplo, con o sin garantía real, los créditos menores y los créditos de alquiler. Lograr un acuerdo mutuo con al menos una clase es crucial para el éxito de un acuerdo.
  • En última instancia, el tribunal juzga si se presenta un plan convincente y equilibrado que ofrezca a la empresa una perspectiva realista de continuidad, tras lo cual el tribunal puede homologar el plan y declararlo así vinculante para todos los acreedores (incluidos los disidentes).

Nuestra conclusión es que WHOA es una herramienta excelente para mejorar las perspectivas de una empresa con problemas con relativa rapidez.

* Este artículo sólo pretende ser un esbozo de las posibilidades que ofrece WHOA.

 

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Frank Steenhuisen
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